Los feligreses ya se congregan en la Plaza de San Pedro, donde el dolor y la congoja son palpables. La noticia ha desencadenado una ola de condolencias desde líderes mundiales y figuras prominentes que rinden homenaje a este líder espiritual, recordado por su cercanía con los más desfavorecidos y su incansable lucha por una iglesia más inclusiva y compasiva. La Santa Sede queda ahora bajo la responsabilidad del camarlengo, Kevin Farrell, mientras se preparan los funerales que marcarán el cierre de un pontificado que ha dejado una huella indeleble en la historia de la Iglesia Católica.