El 8 de abril de 2025, mientras el Jetset estaba repleto de más de 1000 personas, la tragedia se desató en lo que parecía ser una noche de celebración. Un estruendo ensordecedor interrumpió el espectáculo, y el caos se apoderó del lugar. Al menos 27 personas fallecieron, y 160 resultaron heridas en un colapso que dejó a todos sin palabras. La incertidumbre sobre el paradero de Rubí se convirtió en angustia; los rumores sobre su destino comenzaron a circular rápidamente.