Hoy, su otra amiga, Vivián de la Torre, rompe el silencio con revelaciones que podrían cambiar el rumbo de la investigación. Con la mirada fija y una voz temblorosa, Vivián admite que ella y Valeria estaban inmersas en un mundo oscuro, rodeadas de tentaciones que las llevaron a un camino peligroso. “Valeria sabía que alguien quería silenciarla”, confiesa, sugiriendo que el crimen estaba premeditado y que las tres mujeres estaban conectadas a una red criminal.