Los rumores se intensifican en Roma: el cardenal Maro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro, y el cardenal Marello Seamaro, encargado de las canonizaciones, están en la cuerda floja. Gambetti, conocido por su enfoque cálido y acogedor, es visto como un obstáculo para la visión de León de una Iglesia más firme y autoritaria. Seamaro, aunque altamente calificado, no tiene el carisma necesario en un mundo donde las redes sociales dominan.