**Título: El Escándalo de Cristina Fernández: La Grieta que Sacude a la Argentina**

En una jornada marcada por la controversia y la agitación, la condena de Cristina Fernández de Kirchner ha desatado una ola de reacciones en el ámbito político y mediático argentino. La ex presidenta, condenada a seis años de prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos, se ha convertido en el centro de un debate que evidencia la profunda grieta que divide al país.

El programa “LAM”, conducido por Nancy Pazos, se tornó un campo de batalla verbal donde los panelistas expresaron opiniones encontradas sobre el veredicto y sus implicaciones. Mientras algunos celebraban la justicia finalmente alcanzada, otros denunciaban una persecución política. Las tensiones alcanzaron su punto máximo cuando se cuestionó la responsabilidad de los periodistas en la cobertura de este escándalo, con acusaciones de falta de objetividad y manipulación mediática.

La controversia no se limitó a los estudios de televisión. En las calles, manifestantes se agolpaban para expresar su apoyo a Fernández, mientras que otros, indignados por la condena, rompían el silencio de la noche con cánticos y celebraciones. La situación se tornó aún más caótica cuando se reportaron agresiones a periodistas y destrozos en medios de comunicación, reflejando un clima de intolerancia que se ha apoderado del país.

El debate se intensifica a medida que figuras mediáticas como Fernanda Iglesias y el Gato Silvestre se lanzan dardos a la oposición y a los defensores de la ex presidenta. “La grieta la inició el kirchnerismo”, afirmó Iglesias, mientras que otros colegas abogaban por un periodismo más responsable y menos polarizado.

Con un futuro incierto y un país dividido, la condena de Cristina Fernández no solo marca un capítulo en la política argentina, sino que también plantea preguntas cruciales sobre la libertad de expresión, la ética periodística y el papel de los medios en la construcción de la opinión pública. La historia sigue desarrollándose, y la atención del país está puesta en el desenlace de este escándalo que promete seguir generando controversia.