¡URGENTE! La tensión entre Estados Unidos y China ha alcanzado niveles críticos tras el inicio de maniobras militares chinas alrededor de Taiwán. En respuesta a la reciente visita de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, a EE.UU., Pekín ha lanzado un ejercicio militar de tres días que incluye fuego real en la costa de Fujian. Esta acción ha desatado la furia de Taiwán, que ha denunciado la incursión de 71 aviones y 9 buques chinos en su zona de identificación aérea, cruzando una línea divisoria que ha sido históricamente respetada.
El coronel chino Shi Yi ha declarado que estas maniobras son una “severa advertencia” contra las fuerzas separatistas de Taiwán y sus aliados, acusándolos de “provocaciones”. Sin embargo, la presidenta Tsai ha reafirmado que Taiwán nunca cederá ante la presión de Pekín y que su pueblo busca la paz, mientras se prepara para defender su soberanía.
Las maniobras chinas, que se llevan a cabo en un contexto de creciente agresión, han sido interpretadas como una respuesta directa a la reunión de Tsai con el líder de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy. Este encuentro ha sido visto como un desafío a la postura de Pekín, que considera a Taiwán como parte de su territorio.
El Ministerio de Defensa de Taiwán ha emitido alertas y ha movilizado sus fuerzas para vigilar de cerca las maniobras chinas, asegurando que se mantendrán firmes y no provocarán un conflicto. Mientras tanto, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha advertido que cualquier acción unilateral de China podría desestabilizar la región y tener repercusiones globales.
La situación se intensifica a medida que las autoridades chinas continúan con sus ejercicios militares, y el mundo observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos que podrían marcar un punto de inflexión en las relaciones entre las potencias. La comunidad internacional está en alerta máxima.