El Papa Francisco lanza una dura crítica contra Javier Milei, el nuevo presidente de Argentina, en un discurso que ha resonado fuertemente en el ámbito político y social del país. Durante una reciente intervención, el pontífice expresó su preocupación por el avance de la ultraderecha en el mundo, comparando la situación actual con el contexto de 1933, un año marcado por el ascenso del nazismo en Alemania. “La juventud está desinformada y sigue ideas sin sustento”, afirmó el Papa, aludiendo a la influencia de Milei y su retórica política.
Francisco, conocido por su defensa de la justicia social, cuestionó la falta de historia y pertenencia de los líderes políticos actuales. “Un político que no tenga historia es un político de laboratorio”, subrayó, enfatizando la importancia de conocer el camino y la trayectoria de aquellos que buscan liderar el país. En un tono que mezcló preocupación y crítica, el Papa instó a los ciudadanos a reflexionar sobre sus elecciones políticas y a buscar un compromiso con la justicia social como antídoto ante la creciente polarización.
El discurso del Papa llega en un momento crítico para Argentina, donde Milei ha despertado tanto fervor como controversia con sus propuestas radicales. La referencia a “salvadores de la patria” y su llamado a la historia y la pertenencia política resuena en un país que ha vivido profundas divisiones en su historia reciente. Con este mensaje, Francisco no solo se posiciona en el debate político argentino, sino que también lanza una advertencia sobre los peligros del extremismo y la necesidad de un enfoque centrado en la justicia social.
La reacción a las palabras del Papa no se ha hecho esperar, con diversos sectores de la sociedad argentina expresando su apoyo o rechazo a sus declaraciones. En un clima de tensión política, el discurso del líder religioso se convierte en un llamado a la reflexión y al compromiso cívico en un momento decisivo para el futuro del país.