En un giro sorprendente y alarmante, el año 2025 ha revelado a los que se consideran los peores presidentes del mundo, un ranking que ha desatado críticas y controversias a nivel global. Desde Cuba hasta Estados Unidos, los líderes enfrentan crisis que han llevado a sus naciones al borde del colapso.

Miguel Díaz-Canel de Cuba se encuentra en el ojo del huracán por la inflación descontrolada y la escasez de productos básicos, mientras que los apagones prolongados de hasta 20 horas diarias han encendido la ira popular. En la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi enfrenta un desastroso año marcado por una crisis humanitaria y un ejército debilitado, con legislaciones que parecen diseñadas para perpetuarse en el poder.

México no escapa a la tormenta. Claudia Sheinbaum es objeto de críticas por su reforma judicial y el colapso del sistema de salud, sumando a su lista de problemas un gasto público desmedido. En Alemania, Olaf Scholz lidia con un estancamiento económico alarmante y una industria en declive, mientras que Gabriel Boric de Chile es cuestionado por promesas incumplidas y un aumento de la delincuencia que aterra a la población.

La situación se agrava con la renuncia de Ulaan de Mongolia, quien se vio obligado a dimitir por la corrupción en su administración. En Estados Unidos, Donald Trump es denunciado por su papel en la inestabilidad económica y sus provocaciones hacia Irán, que podrían desencadenar un conflicto global. Justin Trudeau de Canadá, tras un año de crisis económica y aumento en los precios de la vivienda, también ha dejado su puesto.

Por último, Daniel Ortega de Nicaragua y Nicole Pashinyan de Armenia han sido severamente criticados por su gestión, que incluye el aislamiento internacional y la represión. Este panorama sombrío resalta la urgencia de un cambio en el liderazgo global, mientras las naciones luchan por encontrar un camino hacia la estabilidad. La voz del pueblo se hace eco, exigiendo rendición de cuentas y un futuro mejor.