Tensión máxima en el entierro de Michu: un escándalo familiar sacude a los Ortega Cano y Gloria Camila. A tan solo 48 horas del fallecimiento de Michu, el ambiente en su sepelio, realizado en Arcos de la Frontera, es de total discordia. La familia de José Fernando, compuesta por Gloria Camila y Rocío Flores, se ha unido en un momento tan complicado, mientras que Ortega Cano y la madre de Michu evitan cualquier tipo de contacto visual.
Las imágenes del tanatorio son impactantes: la madre de Michu se da la vuelta al ver a Ortega Cano, dejando claro que la relación entre ellos es nula. La tensión es palpable, y el futuro de la menor, Rocío, de solo 8 años, se convierte en el epicentro de una batalla legal inminente. La abuela de la niña ha manifestado su intención de obtener la tutela, mientras que la familia Ortega Cano también está dispuesta a pelear por la custodia.
La situación legal es compleja. José Fernando, actualmente tutelado, no puede ejercer la patria potestad, lo que deja la decisión en manos de un tribunal de menores. La madre de Michu y su hermana han dejado claro que quieren hacerse cargo de la niña, pero Ortega Cano también tiene un interés económico en el bienestar de Rocío. Se habla de una “calma tensa”, pero la realidad es que la disputa por la custodia podría estallar en cualquier momento, convirtiendo a la pequeña en un objeto de conflicto familiar.
El interés de la menor debe prevalecer, pero las tensiones familiares y las exigencias económicas complican aún más la situación. La comunidad está atenta a los próximos movimientos de ambas partes, ya que el bienestar de Rocío está en juego. La urgencia de resolver este conflicto es inminente, y todos los ojos están puestos en el tribunal que decidirá su futuro.