Margarita Robles, ministra de Defensa, ha lanzado un contundente dardo hacia el presidente Pedro Sánchez, calificando de “un poco machista” su uso de la palabra “pájara” en una conversación privada. Este término, que se ha filtrado recientemente, ha desatado una tormenta política en el seno del gobierno, revelando tensiones ocultas que amenazan con desestabilizar la coalición.
Durante una entrevista en “La Mirada Crítica” de Telecinco, Robles no se contuvo al expresar su descontento con el lenguaje despectivo utilizado por Sánchez, aunque intentó desvincularlo del presidente, atribuyendo la expresión a José Luis Ávalos. Sin embargo, su declaración fue clara: “Yo diría que es un poco machista”. Esta crítica, aunque medida, resuena con fuerza y pone de manifiesto el creciente malestar en el gabinete.
El contexto es aún más alarmante. Sánchez, en un tono irónico, insinuó que Robles “duerme con el uniforme puesto”, lo que añade una capa de desprecio a la situación. A pesar de ello, Robles ha optado por minimizar el insulto, proclamando que es un “honor” ser ministra de Defensa y defendiendo a las mujeres militares. Pero la realidad es que la relación entre Robles y Sánchez se ha deteriorado notablemente; no se han visto juntos en público en mucho tiempo.
Esta situación no solo pone en jaque la imagen de unidad del gobierno, sino que también revela las grietas en la ideología feminista del Partido Socialista, que ahora se encuentra defendiendo a un presidente que, según Robles, exhibe actitudes machistas. La tensión está en el aire y la pregunta que todos se hacen es: ¿hasta dónde llegará esta crisis interna? La política española está en un punto de ebullición y los próximos días serán cruciales para el futuro del gobierno.