**Título: El Enfrentamiento de Yanina Latorre y Dalma Maradona: Una Llamada que Sacudió la Televisión Argentina**
En un episodio que ha dejado a todos boquiabiertos, Yanina Latorre y Dalma Maradona protagonizaron un intenso cruce en vivo que encendió las redes sociales y reavivó el debate sobre la figura de Diego Maradona. Todo comenzó cuando Latorre, sin filtros, calificó a Maradona como un “personaje nefasto”, una declaración que resonó como un trueno en el set de *LAM* y que llevó a Dalma a llamar al programa para confrontar a la panelista.
Visiblemente afectada, Dalma exigió que Latorre se limitara a criticarla a ella y no a su padre, dejando claro que no estaba dispuesta a ser el blanco de las opiniones sobre el legado de Maradona. “Yo quiero que si tenés un problema conmigo, digas algo mío”, afirmó, marcando su posición con firmeza. Sin embargo, Latorre, fiel a su estilo provocador, no retrocedió. “Realmente no tengo ningún problema por ahí. Chicas como vos están más acostumbradas a los obsecuentes”, respondió, elevando la tensión en el aire.
El intercambio se tornó cada vez más acalorado, con Dalma intentando establecer su derecho a defender su identidad sin estar atada a las acciones del ídolo. “Cada vez que tenés que decir algo mío, me tenés a mi papá”, señaló, en un intento de separar su vida de la figura pública de Maradona. Mientras tanto, Latorre defendió su postura, argumentando que su opinión sobre Diego no cambiaba su percepción de Dalma como persona.
Este enfrentamiento no solo puso de relieve la dificultad de separar al ídolo del ser humano, sino que también dejó abierta la pregunta: ¿hasta dónde puede llegar la opinión en televisión? Las redes estallaron en reacciones divididas, con muchos apoyando a Latorre por su valentía al expresar lo que muchos piensan, mientras que otros defendieron a Dalma, considerándola una víctima de la controversia mediática.
El episodio, que ha dejado heridas abiertas y un debate candente, subraya la complejidad de ser parte de una familia famosa y cómo los ecos del pasado pueden resonar con fuerza en el presente. En un mundo donde las palabras pueden herir, este cruce nos recuerda que, a veces, la verdad y la lealtad familiar se encuentran en lados opuestos.