ALUVIÓN DE BAJAS en Sumar que HUNDE el proyecto de Yolanda Díaz
El proyecto político de Yolanda Díaz se encuentra al borde del colapso tras la sorpresiva renuncia de Carlos Martín, coordinador general de Sumar y figura clave en su estrategia económica. Su salida, alegando motivos de salud, ha dejado a la dirección del partido en un estado de incertidumbre, sin aclarar si será reemplazado o si Lara Hernández asumirá el liderazgo en solitario. Esta crisis se suma a una serie de bajas que han marcado un camino errático desde la fundación del partido.
En menos de dos años, Sumar ha visto tres cambios en su portavocía parlamentaria, comenzando con Martha Loy, quien dejó su puesto tras un estrepitoso fracaso electoral en Galicia. Iñigo Rejón, su sucesor, también ha dimitido en medio de escándalos por presunto acoso 𝑠e𝑥ual, un hecho que Yolanda Díaz conocía antes de incluirlo en las listas, poniendo en entredicho uno de los pilares del partido: el feminismo. La ex secretaria de comunicación, Elizabeth Dubal, ha denunciado las limitaciones del proyecto, cuestionando así su viabilidad política.
El desmoronamiento de Sumar se acentúa con la salida de Podemos del grupo parlamentario y la reciente marcha de la diputada de Compromís, Águeda Micó, al grupo mixto. Este éxodo refleja no solo una falta de cohesión ideológica, sino una crisis estructural profunda que ha dejado al partido debilitado y sin un liderazgo claro. La situación es insostenible; Sumar se ha convertido en un reflejo de sus propias contradicciones, un barco a la deriva con una vicepresidenta cada vez más aislada.
Con la legislatura aún lejos de su ecuador, el futuro de Sumar y de Yolanda Díaz pende de un hilo. Los síntomas de descomposición son evidentes, y la pregunta que resuena en el aire es: ¿podrá Sumar sobrevivir a esta tormenta interna? La respuesta, en este momento, es incierta y alarmante.