La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha admitido hoy errores catastróficos en la gestión de la DANA que dejó 228 muertos el pasado 29 de octubre, un reconocimiento que sacude los cimientos de la narrativa oficial del gobierno de Pedro Sánchez. En una impactante entrevista en la televisión pública À Punt, José Ángel Núñez, jefe de climatología de la delegación de la Comunidad Valenciana, no se ha guardado nada: “No lo hicimos bien”, ha declarado, revelando que aquel fatídico día no se anticiparon las dimensiones de la catástrofe.

Núñez ha expresado su horror al recordar que, si hubiera sabido que 220 personas perderían la vida, habría gritado desde las Torres de Serrano para alertar a la población. La falta de un sistema de alertas efectivo ha quedado expuesta, ya que el 29 de octubre se registraron precipitaciones de 770 litros por metro cuadrado en Turís, seis veces más de lo previsto. “Evidentemente, ni en mis peores sueños pensé que iba a haber 220 muertos a causa de esta riada”, ha insistido el meteorólogo.

Este reconocimiento llega en un momento crítico para el gobierno, que ha estado lidiando con intensas críticas sobre su falta de previsión y coordinación durante la tragedia. La credibilidad de la Aemet, a pesar de la magnitud del desastre, se ha defendido, aunque Núñez ha admitido que no pueden estar satisfechos con el resultado.

Con este giro inesperado, la gestión de Sánchez se encuentra nuevamente bajo el microscopio, enfrentando acusaciones de opacidad y lentitud. La verdad comienza a salir a la luz, y todos los dedos apuntan hacia el mismo responsable: Pedro Sánchez. La presión aumenta a medida que la agencia que debía proteger a los ciudadanos confiesa que falló en su misión. La crisis se profundiza y la indignación crece.