La impresionante vida de Guillermo “Memo” del Bosque, uno de los productores más influyentes de la televisión mexicana, ha sido objeto de fascinación y admiración tras su reciente fallecimiento. Su mansión en Lomas de Chapultepec, valorada en aproximadamente 4.5 millones de dólares, era un reflejo de su éxito y estilo de vida. La propiedad, de 950 m², combinaba elegancia y tecnología avanzada, con un vestíbulo impactante y espacios abiertos que fomentaban la convivencia familiar.
Memo, conocido por su amor por la cocina, transformó su cocina en el corazón del hogar, donde disfrutaba de cocinar para su familia a pesar de su apretada agenda. Su estudio personal, un espacio de trabajo multimedia, era donde gestaba sus proyectos creativos, equipado con tecnología de vanguardia. Además, su colección automovilística, que incluía un Ferrari Roma y un Porsche 911, reflejaba su aprecio por la ingeniería y el diseño, más que una búsqueda de ostentación.
Su fortuna, estimada en 35 millones de dólares, provenía de diversas fuentes, incluyendo regalías por formatos de programas exitosos y inversiones en productoras independientes. Memo también era un apasionado del arte, poseyendo una colección de obras contemporáneas valoradas en 2.5 millones de dólares, que apoyaban a artistas emergentes, demostrando su compromiso con la cultura mexicana.
A pesar de su éxito, Memo priorizaba la familia, manteniendo tradiciones como vacaciones anuales sin dispositivos electrónicos. Su último proyecto, un centro de retiros creativos en Valle de Bravo, quedó inconcluso tras su diagnóstico de linfoma de Hodgkin en 2022, pero su familia planea completarlo en su honor. La historia de Memo del Bosque no solo es un relato de lujo y éxito, sino también un testimonio de su dedicación a la familia, el arte y la industria que amaba.