Finalmente, el secreto oculto de Rubby Pérez sale a la luz, y la verdad es más aterradora de lo que se imaginaba. Durante décadas, el icónico merenguero dominicano Rubby Pérez encantó a multitudes con su potente voz y carisma. Sin embargo, su ascenso a la fama estuvo marcado por un oscuro pacto que lo llevó a la desaparición en 2023, dejando tras de sí un rastro de misterio y tragedia.
Según revelaciones recientes, todo comenzó en su juventud cuando, tras un ensayo, fue atraído por un canto hipnótico en un bosque dominicano. Allí, una anciana vestida de negro le ofreció un don a cambio de su alma. Desde ese momento, su voz se transformó en un instrumento casi sobrenatural, pero con cada éxito, Rubby comenzó a perder su esencia, sus recuerdos y, finalmente, su cordura.
En un giro escalofriante de los acontecimientos, el joven periodista Miguel Estrella, tras investigar la desaparición de Pérez, se adentró en el mismo bosque. Su búsqueda lo llevó a descubrir una cabaña donde la voz de Rubby parecía resonar en ecos distorsionados. Sin embargo, el encuentro dejó a Miguel atrapado en un tormento de voces ajenas que ahora resuenan desde su interior.
A medida que Eloy Ventura, un nuevo artista dominicano, emergió con una voz familiar, comenzaron a surgir casos en todo el mundo de personas que, de manera inexplicable, podían cantar como él. Lo que se creía un talento natural se transformó en un síndrome de eco auditivo espontáneo, llevando a la humanidad al borde de un colapso melódico.
La reciente investigación de Lía Morel, etnomusicóloga, ha destapado que la maldición de Rubby Pérez no es solo un eco del pasado, sino una amenaza inminente. Un niño en Haití ha empezado a cantar la misma melodía que Rubby antes de desaparecer, lo que provoca terror en las comunidades afectadas. La voz que seduce y consume está más viva que nunca.
El tiempo se agota. La humanidad enfrenta un dilema: ¿podrán los descendientes de Rubby detener esta maldición antes de que sea demasiado tarde? Este es un llamado urgente a la acción, a desentrañar los secretos que han permanecido ocultos durante demasiadas décadas. La verdad está ahí, esperando ser revelada, pero el costo podría ser más alto de lo que se imagina.