En una sorprendente y escalofriante operación en Jalisco, un grupo de hombres encapuchados desenterró el ataúd de Valeria Márquez, una influencer fallecida cuyo caso ha conmocionado al país. En la madrugada del 26 de mayo, mientras la ciudad permanecía en calma, una caravana de camionetas sin placas irrumpió en el cementerio municipal, llevando a cabo un asalto meticulosamente planeado. En menos de 12 minutos, el ataúd fue extraído, el área fue limpiada y los perpetradores desaparecieron sin dejar rastro.
El robo no fue un acto de vandalismo común, sino una operación encubierta que ha levantado múltiples interrogantes sobre la naturaleza del contenido del ataúd. Algunos testigos sostienen que Valeria no era solo una víctima; su muerte y el posterior robo del ataúd podrían estar relacionados con una red criminal más amplia. Se rumorea que Valeria poseía información comprometida que podría vincularla a actividades de lavado de dinero y narcotráfico, lo que explicaría el interés de los delincuentes en su ataúd.
La madre de Valeria, visiblemente afectada, hizo un llamado desgarrador a los medios de comunicación, expresando su desesperación por saber la verdad y pidiendo que le devuelvan a su hija. Su súplica desencadenó una respuesta inmediata de las autoridades, con Omar García Harfuch, un alto mando de seguridad, ordenando un operativo de búsqueda masivo para localizar el ataúd. Este despliegue incluye el uso de drones y helicópteros, así como la instalación de retenes en caminos rurales.
Expertos en criminología sugieren que el acto tiene un fuerte componente psicológico, diseñado para sembrar miedo y demostrar el control del Cártel de Jalisco Nueva Generación. La desaparición del ataúd se ha transformado en un símbolo de poder y manipulación, dejando al país en un estado de inquietud y sospecha.
En medio de esta crisis, la pregunta persiste: ¿qué secretos se llevan consigo quienes desenterraron el ataúd? La investigación avanza, pero los rumores sobre la conexión de Valeria con figuras del crimen organizado continúan alimentando la especulación y el miedo en la sociedad.