HACE 37 MINUTOS: El Padre Pistolas, conocido por su audaz lucha contra la corrupción y el narcotráfico, ha fallecido a los 73 años. La noticia ha conmocionado a México, donde este controvertido sacerdote se convirtió en símbolo de resistencia y valentía frente a las injusticias sociales. Su figura, armada no solo con pistolas simbólicas, sino con una voz potente que no temía desafiar a políticos corruptos y a la jerarquía eclesiástica, dejó una huella imborrable en los corazones de miles.
El Padre Luis Ángel González, apodado Padre Pistolas, fue un hombre que transformó el altar en un escenario de denuncia social. Durante años, sus homilías incendiarias y su estilo directo sacudieron los cimientos de la Iglesia Católica, mientras que su activismo social le granjeó tanto admiradores fervientes como detractores acérrimos. Desde su primera misa hasta sus críticas abiertas a la hipocresía del clero, nunca dudó en hablar claro en un país marcado por la violencia y la desigualdad.
Los rumores sobre su salud habían empezado a circular, y su repentina ausencia de las redes sociales había despertado la preocupación de sus seguidores. Muchos se preguntaban qué le había sucedido, sin embargo, hoy la tristeza se apodera de todos al confirmar que el Padre Pistolas ha sido víctima de un destino trágico tras años de amenazas y confrontaciones. Su legado, lleno de valentía y cuestionamientos, sigue vivo en cada rincón de México, donde su voz resonó fuerte contra la injusticia.
A medida que el país llora su partida, el impacto de su vida y lucha se hace más evidente. Con un estilo único, desafiaba normas y rompía tabúes, convirtiéndose en un faro de esperanza para los más necesitados. Su muerte deja un vacío en la lucha por la justicia social, y su historia, marcada por la confrontación y la fe, será recordada como un testimonio del poder de la voz del pueblo. El Padre Pistolas ya no está, pero su espíritu indomable continuará inspirando a quienes creen en un México más justo.