Katy Perry ha desatado una tormenta de críticas en México tras su reciente visita promocional, donde su actitud durante una entrevista en TV Azteca fue calificada de “nefasta”. La famosa cantante, que recibió un jugoso pago por su aparición, mostró desdén y desinterés, lo que ha enfurecido a sus fans y a muchos mexicanos que esperaban una interacción más positiva.
El evento, que debería haber sido una celebración de la cultura y la música, se convirtió rápidamente en un tema candente en redes sociales. Los comentarios no se hicieron esperar; muchos usuarios señalaron que, aunque el formato del programa puede ser cuestionable, se esperaba que Perry, como figura internacional, mantuviera una actitud profesional y sonriente. La percepción general es que la artista no cumplió con su parte del trato, dejando a su público decepcionado.
La polémica se intensificó con la intervención de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, quien no escatimó en recursos para traer a la estrella. Se rumorea que la cantidad desembolsada fue millonaria, lo que añade más leña al fuego de la indignación popular. La pregunta en boca de todos es: ¿debería Katy Perry haber investigado el programa antes de aceptar la invitación, o su equipo falló en prepararla adecuadamente?
La situación ha puesto en tela de juicio no solo la responsabilidad de la artista, sino también la de su equipo de manejo. ¿Es este un reflejo de la desconexión de las estrellas internacionales con su público latinoamericano? Los internautas claman por una respuesta, mientras la imagen de Perry en México queda marcada por este episodio.
La indignación se siente en el aire, y muchos exigen una disculpa o, al menos, una reflexión sobre lo ocurrido. La controversia sigue ardiendo, y el clamor de los mexicanos por respeto y reconocimiento a su cultura no puede ser ignorado. Katy Perry deberá afrontar las consecuencias de sus acciones si desea recuperar la buena voluntad de sus seguidores en el país.