La comunidad artística se encuentra en shock tras las revelaciones sobre la hija de la icónica cantante Dulce, que nunca asistió al funeral de su madre, pero que ahora reclama su herencia. La situación ha levantado una ola de interrogantes y críticas, ya que la joven, Romina, optó por evitar un homenaje digno para la diva de la música mexicana para no gastar dinero en los últimos ritos.

Mientras los amigos y admiradores de Dulce lamentan su partida, la ausencia de Romina en el funeral ha sido vista como un acto de avaricia y desprecio. Testigos afirman que la hija prohibió la entrada de amigos y familiares al velorio, lo que ha intensificado las sospechas sobre sus verdaderas intenciones. ¿Qué oculta Romina? ¿Por qué no honró la memoria de su madre como se debía?

Los rumores apuntan a que la joven está más interesada en pelear por la herencia que en vivir su duelo. Mientras su madre, una leyenda en el mundo de la música, merecía un homenaje grandioso, el funeral se llevó a cabo en la más estricta intimidad, dejando a muchos preguntándose por el motivo detrás de esta decisión.

El ex pareja de Dulce, Guillermo Rebolledo, fue uno de los pocos que asistió al funeral y expresó su descontento, señalando que la familia y amigos de la cantante no fueron bienvenidos. Este hermetismo ha generado especulaciones y ha dejado claro que algo no está bien en la dinámica familiar.

Con la prensa y el público al tanto de cada movimiento, la historia de Romina está tomando un giro inesperado. La avaricia, la deslealtad y el secreto parecen ser el verdadero legado que la hija de Dulce está dispuesta a dejar a su madre. A medida que los detalles continúan surgiendo, la inquietud crece: ¿será esta la última vez que se escuche hablar de la herencia de Dulce o hay más por descubrir en este drama familiar?