**El Software Más Macabro de la Historia: Una Tragedia que Cobró Vidas**
En un giro escalofriante de la historia de la tecnología médica, el Therac-25, un dispositivo de radioterapia, se convirtió en una máquina de muerte debido a fallas fatales en su software. Entre 1985 y 1987, al menos seis pacientes fueron víctimas de sobredosis de radiación, resultando en tres muertes y múltiples secuelas irreversibles.
La tragedia comenzó cuando este equipo, diseñado para tratar cáncer, administró dosis de radiación hasta 100 veces superiores a las recomendadas. La primera víctima, Katy Jarbrock, de 61 años, experimentó un dolor insoportable y un enrojecimiento severo tras recibir una dosis mortal de radiación. A pesar de que los médicos inicialmente desestimaron sus quejas, una investigación posterior reveló que había recibido entre 15,000 y 20,000 RAD, una cantidad que supera con creces la dosis letal.
El caos no se detuvo ahí. Pacientes en Canadá y Estados Unidos sufrieron agonías similares, cada uno recibiendo dosis letales debido a errores de programación que la compañía fabricante, Atomic Energy of Canada Limited, se negó a reconocer. La falta de mecanismos de seguridad y la confianza ciega en el software llevaron a una serie de incidentes que, en lugar de ser investigados a fondo, fueron minimizados por el personal de la empresa.
Este escándalo no solo iluminó las fallas mortales del Therac-25, sino que también impulsó cambios en la regulación del software médico, dando lugar a la norma IEC 62304, que establece requisitos críticos para el desarrollo de software en dispositivos médicos. El legado del Therac-25 es un recordatorio escalofriante de que, en el ámbito de la tecnología, la vida humana puede depender de líneas de código que, si no se prueban rigurosamente, pueden convertirse en instrumentos de muerte.