**El Pollo Sobrero LE PARÓ EL CARRO a Novaresio y lo HUMILLÓ EN VIVO: “¿DE QUÉ HABLAS?”**
En un tenso intercambio en vivo, Luis Novaresio se encontró en una situación inesperada cuando el líder sindical Luis “El Pollo” Sobrero lo confrontó sobre la actual crisis económica del país. En un set de televisión que normalmente destila tranquilidad, Sobrero, con su característico fervor, dejó claro que la situación laboral en Argentina es crítica, y no dudó en señalar las inconsistencias del gobierno de Javier Milei.
“Los únicos que están sufriendo son los trabajadores,” enfatizó Sobrero mientras describía cómo los aumentos de tarifas y la inflación están estrangulando los ingresos de los argentinos, quienes ven sus salarios erosionados día tras día. Con un tono firme, el sindicalista explicó que, a pesar de las promesas de cambio, la realidad es que muchos trabajadores están siendo despedidos y los impuestos a las ganancias están afectando drásticamente sus salarios.
La tensión se palpaba en el aire. Novaresio, intentando mantener el control de la conversación, cuestionó a Sobrero sobre su conexión con otros líderes sindicales, pero el Pollo no titubeó: “No soy parte de ninguna corporación. Estoy aquí para defender a los laburantes.” Esta declaración resonó fuertemente, mostrando su independencia y su compromiso con la clase trabajadora.
Sobrero, sin miedo a señalar la cruda realidad, reveló que 6,000 trabajadores ferroviarios están en riesgo de despido, una cifra alarmante que podría desencadenar protestas masivas. A medida que el debate avanzaba, el líder sindical no solo defendió su posición, sino que también cuestionó a Novaresio sobre la falta de acciones concretas que beneficien a los trabajadores en las nuevas leyes que se están discutiendo.
El intercambio culminó con una promesa de Sobrero de proporcionar documentación que respalde sus acusaciones sobre los despidos, dejando a la audiencia en suspenso. En un momento que muchos recordarán, Sobrero dejó claro que no se detendrá hasta que las voces de los trabajadores sean escuchadas. La lucha por la justicia laboral, sin duda, continúa.