¡Impactante revelación! El guardaespaldas de Miguel Uribe, quien estuvo a solo medio metro del político durante el atentado, rompe el silencio y narra un desgarrador relato de negligencia y abandono. En un testimonio conmovedor, este hombre, que prefiere permanecer en el anonimato, revela que las alarmas sobre amenazas y rutas inseguras fueron ignoradas por el sistema de seguridad. La mañana del ataque, el ambiente era de rutina, pero todo cambió en un instante cuando un joven, armado y decidido, disparó contra Uribe.
El guardaespaldas describe cómo, a pesar de ser un equipo reducido de tres, sentían la presión de proteger a un líder en un entorno hostil. La tragedia se intensifica al recordar las horas previas al atentado, donde se sentía una inquietante vulnerabilidad y la certeza de que algo iba mal. “Sabía que algo así iba a pasar”, fueron las palabras de Uribe antes del ataque, que ahora resuenan con dolor en la conciencia del guardaespaldas.
La situación se tornó caótica tras el disparo, con sirenas y gritos, y la angustia de no haber podido prevenir lo inevitable. A pesar de que el equipo actuó con rapidez, el guardaespaldas se siente culpable por no haber podido proteger a Uribe. Asegura que, días antes, había enviado informes sobre amenazas que fueron desestimados. Ahora, clama por justicia y exige que se investigue a fondo la negligencia que dejó a Uribe expuesto.
Este testimonio no solo revela la fragilidad del sistema de seguridad, sino que también plantea preguntas inquietantes sobre la política y la corrupción que rodean el atentado. “No fue un ataque al azar, fue una traición”, sentencia el guardaespaldas, quien ahora vive con el peso de la verdad y la búsqueda de justicia para su protegido. La voz de este hombre se alza en un llamado urgente: “No podemos permitir que esto se repita”.