**Maduro habría FINANCIADO ILEGALMENTE a Pedro Sánchez y su Gobierno**
En un giro explosivo que sacude los cimientos del Gobierno español, un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) revela que el régimen chavista de Nicolás Maduro podría haber financiado ilegalmente al Partido Socialista y a su líder, Pedro Sánchez. Este escándalo, que ya ha sido remitido a los tribunales, pone en entredicho la integridad del Ejecutivo y desata una tormenta política sin precedentes.
El informe, adelantado por Libertad Digital, desvela una compleja red de complicidades que involucra a altos cargos socialistas, entre ellos José Luis Ávalos, y empresarios vinculados a operaciones con Venezuela. Todo comenzó en abril de 2019, cuando Ávalos y su mano derecha, Coldo García, discutieron en una conversación grabada cómo facilitar un contacto directo entre Sánchez y Juan Guaidó, entonces presidente interino reconocido por España. Según la UCO, esta interlocución fue solo una tapadera para establecer acuerdos de comisiones millonarias relacionadas con el acceso de empresas europeas al petróleo venezolano.
Pocos meses después, el empresario Víctor de Ldama viajó a Caracas con una carta oficial de Ávalos dirigida a Guaidó, ofreciendo respaldo político y abriendo la puerta a colaboraciones entre el sector público y privado bajo el pretexto de la reconstrucción de Venezuela. Sin embargo, el verdadero giro se produjo en enero de 2020, cuando Delsey Rodríguez, vicepresidenta de Maduro, aterrizó en Barajas. Desde ese momento, el Gobierno de Sánchez ha dejado de apoyar a Guaidó y ha normalizado relaciones con el chavismo, lo que, según fuentes judiciales, sugiere una operación para obtener cuotas de crudo a cambio de financiación política.
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero también ha sido señalado como una figura clave en este entramado, actuando como intermediario entre Caracas y el Partido Socialista. La justicia ya ha comenzado a investigar esta alarmante situación. En un clima de creciente tensión política, la sombra de Maduro se cierne sobre el Gobierno español, y el futuro de Sánchez podría estar en juego.