La despedida del icónico humorista argentino Antonio Gasaya se tornó en un episodio digno de su propia obra, cuando un insólito error de comunicación casi lleva su cuerpo a la cochería equivocada. La conmoción por su fallecimiento ya era palpable en el Teatro Maipo, donde amigos, familiares y colegas se reunieron para rendirle homenaje. Sin embargo, lo que debería haber sido un momento de solemnidad se transformó en un espectáculo tragicómico que haría sonrojar a cualquier guionista.