La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha denunciado enérgicamente las recientes acciones del gobierno de Donald Trump, a las que califica de “autoritarias”, en un intento por intimidar a las comunidades inmigrantes de California. En una reunión urgente con activistas proinmigrantes, Bass subrayó que estas medidas han creado un clima de miedo sin precedentes en la ciudad, donde familias enteras temen salir de sus hogares o llevar a sus hijos a la escuela por temor a ser detenidos por el Servicio de Inmigración.
“Estamos viviendo un momento histórico en nuestro país”, afirmó Bass, quien destacó que la intervención del gobierno federal ha llevado a la movilización de fuerzas militares en la ciudad, generando caos y desconfianza entre los residentes. La alcaldesa instó a la comunidad a unirse y exigir que el Servicio de Inmigración se retire, recordando que Los Ángeles es una ciudad de inmigrantes que merece ser protegida.
Los testimonios de ciudadanos afectados por estas redadas son desgarradores. Muchos han cancelado citas médicas y evitan salir a la calle, lo que agrava una crisis de salud pública en la que se estima que miles de inmigrantes están siendo despojados de su acceso a la atención médica. “La ansiedad se ha disparado”, advirtió Bass, al compartir historias de niños que sufren por el miedo a perder a sus padres.
El llamado a la acción es claro: la comunidad debe mantenerse unida y luchar contra estos ataques. “No permitiremos que este gobierno nos divida”, concluyó la alcaldesa, mientras la presión sobre la administración Trump sigue creciendo. La situación en Los Ángeles refleja un conflicto más amplio sobre los derechos de los inmigrantes y la justicia social en Estados Unidos, un tema que promete seguir dominando los titulares en los próximos días.