En una sorprendente revelación, un nuevo informe destaca a los 10 presidentes más queridos por los progresistas a nivel mundial, generando un intenso debate sobre sus políticas y legados. Desde el continente americano hasta África, estos líderes han capturado la atención de la comunidad progresista, y sus acciones están bajo el microscopio de la opinión pública.
Gabriel Boric, presidente de Chile, se posiciona como uno de los favoritos gracias a su fuerte enfoque en la justicia social y la distribución equitativa de recursos. En Sudáfrica, Cyril Ramaphosa es valorado por su crítica abierta hacia Occidente y su postura contra el colonialismo, mientras que en España, Pedro Sánchez, a pesar de las críticas a su gestión, es visto como un aliado de la agenda progresista internacional.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se destaca por su compromiso con la justicia climática, y Gustavo Petro de Colombia es apreciado por su defensa de políticas ideológicas que, aunque controvertidas, no han resultado tan destructivas como las de otros líderes de la región. En el ámbito internacional, Mahmud Abas, presidente de Palestina, es admirado por su rol en la lucha contra Israel, y Yamandú Orsi de Uruguay es elogiado por su enfoque inclusivo y ambientalista.
Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México, ha ganado el corazón de muchos por su compromiso con causas sociales y ambientales. Finalmente, Lula da Silva de Brasil, quizás el más querido entre los progresistas, es celebrado por su lucha contra la pobreza y su defensa de los derechos LGBT.
Este informe no solo refleja la admiración por estos líderes, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de sus políticas y su impacto en la sociedad global. La comunidad internacional observa con atención cómo estas figuras continúan moldeando el panorama político actual.