**El AUTOGOL que MANCHO la HISTORIA del FUTBOL para SIEMPRE**
En una tragedia que marcó para siempre el fútbol colombiano, la historia de Andrés Escobar, el caballero del fútbol, se convierte en un sombrío recordatorio de las pasiones desmedidas que pueden llevar a la muerte. Nacido el 13 de marzo de 1967 en Medellín, Escobar brilló en el campo por su elegancia y serenidad, ganándose el respeto de todos. Sin embargo, su vida se tornó oscura tras un fatídico autogol en el Mundial de 1994, un momento que desató una ola de violencia y odio.
El 22 de junio de 1994, durante un crucial partido contra Estados Unidos, Escobar intentó despejar un centro, pero el balón terminó en su propia portería. La eliminación de Colombia del torneo fue devastadora, y el autogol se convirtió en el símbolo de una tragedia nacional. A su regreso a Medellín, Andrés, en un acto de dignidad, escribió una carta abierta pidiendo unidad y esperanza para su país, sin imaginar que la tormenta apenas comenzaba.
La noche del 2 de julio, tras salir de una discoteca, Andrés fue confrontado por un hombre que le recriminó su error. En un acto de violencia inexplicable, le disparó seis veces. A los 27 años, la vida de Escobar se apagó, dejando a Colombia en estado de shock. Más de 120,000 personas asistieron a su funeral, un testimonio del impacto que tuvo su vida y su muerte en un país que aún lucha con la violencia y el narcotráfico.
Andrés Escobar se erige hoy como un símbolo de esperanza y dignidad, recordándonos que el fútbol, aunque es el deporte más hermoso del mundo, puede estar cargado de pasiones que desatan tragedias. Su legado nos invita a reflexionar sobre el papel de la sociedad en garantizar que el fútbol sea un espacio de unión y alegría, no de violencia. ¿Hemos aprendido de esta tragedia o seguimos siendo prisioneros de nuestras pasiones más oscuras?