**SÁNCHEZ DA EL CONTROL A CHINA: Investigaciones clave de la UCO, bajo la custodia de espías chinos**
En un giro alarmante que podría tener profundas repercusiones para la seguridad nacional, se ha revelado que el gobierno de Pedro Sánchez ha adjudicado un contrato de 12 millones de euros a Huawei, una empresa vinculada al régimen comunista chino, para custodiar investigaciones sensibles de la Guardia Civil sobre terrorismo y mafias. Este movimiento ha desatado un torrente de críticas y preocupaciones sobre la seguridad de información crucial que podría caer en manos de espías chinos.
La decisión del gobierno español se produce en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y China, donde el acceso a datos sensibles es más crítico que nunca. Expertos en seguridad advierten que permitir que una empresa con conexiones directas al gobierno chino maneje información delicada pone en riesgo no solo a España, sino a toda Europa. La CIA ha señalado a Huawei como un actor clave en el espionaje industrial, y ahora, con este contrato, se teme que la información de la UCO esté al alcance de agentes extranjeros.
Mientras tanto, la oposición política ha estallado en un clamor por la transparencia y la rendición de cuentas. La relación de Sánchez con figuras del Partido Socialista que tienen vínculos con Huawei ha intensificado las sospechas de que esta decisión no es solo imprudente, sino potencialmente traicionera. Con el trasfondo de investigaciones judiciales en curso, la capacidad de las autoridades para operar sin interferencias externas se encuentra en grave peligro.
La comunidad internacional observa con atención cómo España maneja esta crisis, que podría afectar no solo las relaciones con aliados tradicionales como Estados Unidos, sino también la estabilidad interna del país. La urgencia de una respuesta clara y decisiva por parte del gobierno es inminente, ya que el tiempo corre y la seguridad nacional está en juego. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿qué más se está sacrificando en el altar de la conveniencia política?