La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha emitido un fallo histórico en favor de las hijas de Beatriz Salomón, reconociendo que su madre fue víctima de una violación a la intimidad en un caso que ha marcado la historia de la televisión argentina. Tras casi 20 años de lucha legal, el tribunal ha determinado que la exposición pública sufrida por Salomón no justifica la divulgación de aspectos privados de su vida, en un contexto donde el escándalo mediático prevaleció sobre el respeto a la dignidad humana.

La controversia se remonta al 6 de octubre de 2004, cuando un programa de televisión emitió una cámara oculta que mostraba a su entonces esposo, el cirujano Alberto Ferriols, en una situación comprometida. La situación escaló rápidamente, y al día siguiente, Salomón fue expuesta en el programa “Intrusos”, conducido por Jorge Rial y Luis Ventura, lo que provocó un colapso en su carrera y un daño irreversible en su vida personal.

En 2017, un juzgado civil falló a favor de Salomón, condenando a América TV, a la productora Cuatro Cabezas y a los periodistas involucrados a pagar una indemnización que, con intereses, ascendía a casi 30 millones de pesos. Sin embargo, en 2018, la Cámara Civil Federal revocó parcialmente este fallo, exonerando a los periodistas y reduciendo la compensación a 600,000 pesos. A pesar de este revés, las hijas de Beatriz, Betina y Noelia, decidieron no rendirse y continuaron la lucha.

El 1 de julio de 2025, la Corte Suprema confirmó el fallo original, reafirmando que Salomón había sido víctima de una violación a su intimidad. Este fallo no solo restituye la memoria de Beatriz, sino que también establece un precedente sobre los límites del espectáculo y el respeto por la privacidad.

El impacto de esta decisión podría tener repercusiones significativas en la carrera de Rial, Ventura y América TV, planteando preguntas sobre el futuro de la ética en la televisión argentina. Mientras tanto, las hijas de Beatriz celebran un triunfo que va más allá de lo económico: es un reconocimiento oficial de que su madre no merecía el sufrimiento que padeció, dejando su dignidad intacta en una historia que, por fin, encuentra su justicia.