Bruselas ha lanzado una advertencia contundente al ministro de Transportes, Óscar Puente, señalándolo como el principal responsable del caos ferroviario que azota a España. La Comisión Europea ha dejado claro que el deterioro del servicio de trenes es inaceptable y ha amenazado con sanciones si no se implementan medidas inmediatas para resolver la crisis.
La comisaria de transporte, Adigna Balean, ha subrayado que el gobierno español tiene la obligación de cumplir con la normativa europea sobre derechos de los pasajeros. Los constantes retrasos, cancelaciones y deficiencias han violado esta normativa, dejando a miles de usuarios atrapados en un sistema colapsado que no alcanza los estándares exigidos por la Unión Europea. La falta de soluciones efectivas ha llevado a Bruselas a considerar un procedimiento sancionador contra España, un paso que podría tener graves repercusiones para el país.
Esta situación ha puesto en evidencia la gestión de Puente, que ha sido criticada por su incapacidad de garantizar un transporte público eficiente. A pesar de la creciente presión desde Europa, el ministro insiste en que España vive una “edad de oro” en el transporte ferroviario, una afirmación que parece desconectada de la realidad que enfrentan los ciudadanos diariamente.
La paciencia de Bruselas ha llegado a su límite, y la advertencia se ha convertido en un ultimátum. Si no se toman medidas inmediatas, las sanciones no serán solo una posibilidad, sino una certeza. Los ciudadanos están pagando el precio de una política marcada por la improvisación y la falta de eficacia. La situación es crítica y el tiempo se agota para que el gobierno español actúe.