El tribunal federal se convirtió en un escenario de tensión palpable este jueves cuando 50 Cent irrumpió en el juicio de Sean “Diddy” Combs, desatando una tormenta que podría cambiar el rumbo de la industria musical. La sala, que ya estaba cargada de ansiedad, se quedó en un silencio sepulcral al verlo aparecer vestido con un impecable traje gris, su mirada fija en el acusado.