En un emotivo mensaje, Adriana confesó que no toma sol desde hace más de 20 años, pero que el daño hecho en su juventud por el bronceado extremo la está alcanzando ahora. “Tomé demasiado sol durante toda mi vida. Me encantaba estar super negra y bronceada”, expresó la actriz, quien ha estado librando esta lucha en silencio, lejos de las cámaras y el bullicio del espectáculo.