El delantero Lionel Messi se confió al diario argentino Olé durante 45 minutos, para expresar su camino hacia el fútbol y la importancia de la familia.

– ¿Qué recuerdas de la primera vez que jugaste al fútbol, ​​cuando tenías ocho o nueve años?

– Mucho más que eso, cuando tenía cuatro o cinco años. Incluso driblé el balón cuando comencé a caminar. Recuerdo los primeros partidos jugando en el Grandoli Club, recuerdo la sensación de estar en el campo. Antes de eso, solía jugar al fútbol con mis hermanos y primos. No recuerdo la primera vez que jugué al fútbol, ​​solo sé que era muy joven. A los cuatro años comencé a jugar en ese club y también jugaba en la calle siempre que era posible.

Messi (fila inferior, tercero desde la izquierda) con la camiseta del equipo en Rosario. Foto de : Sport

– Hay una anécdota famosa de la abuela Celia, que discutía con el entrenador para que pudieras jugar en la cancha cuando apenas tenías cuatro años, ¿no?

– Así es, toda mi familia me contó esa historia (risas). En ese momento uno de mis hermanos jugaba en ese club y mis sobrinos y sobrinas siempre venían al estadio a mirar. El partido era para jugadores nacidos en 1986, con diferencia de forma corporal y edad respecto a mí. Recuerdo ese día que faltaba un jugador, así se lo dijo mi abuela al entrenador de ese equipo, a quien conocía desde hacía mucho tiempo. “Ponlo en hielo”, dijo de mí. Él respondió: “No, no puedo hacer eso. Mira, es tan pequeño. Estás loco. Te lastimarás”. Pero ella todavía insistió: “Déjalo entrar, déjalo entrar”. Finalmente entré al campo, hice algunas cosas y de ahí en adelante… Mi abuela vino y le dijo al entrenador: “Cómprale unos zapatos de fútbol. Lo llevaré a practicar la semana que viene”. . Así empezó el fútbol para mí. Todo salió muy bien porque mi familia siempre iba allí los fines de semana. Y toda la familia pasó todo el fin de semana en el club. Mi infancia fue tan hermosa.

– ¿Recuerdas la primera mesa, o la mesa que más recuerdas cuando eras niño?

– Lo acabo de recordar al ver el video sobre el torneo en la región. Luego, cuando jugué para Newell’s, recuerdo algunos torneos importantes en los que jugué. Pero si veo el vídeo lo recuerdo. De lo contrario, no lo recuerdo porque yo era muy joven entonces.

– ¿Qué recuerdas de jugar al fútbol callejero en Rosario?

– Recuerdo jugar mucho al fútbol con mis amigos, todos los días. Y a veces, cuando conocía a hermanos mayores, no me dejaban jugar porque era demasiado joven.

– ¿Qué pensará esa gente ahora?

– No, porque se preocupan por mí y tienen miedo de que me lastimen, no me dejan jugar con ellos. Tengo muchos recuerdos.

Messi usó mascarilla para disputar la final de la Copa Cataluña.

– Vi una foto tuya en Barcelona, ​​llevabas mascarilla cuando competías, ¿es porque te rompiste la nariz?

– Así es, me rompí el pómulo.

– ¿Mejillas? ¿Porqué es eso?

– En aquella época yo jugaba en el equipo infantil del Barça, tenía unos 14 o 15 años. Durante un partido del fin de semana contra el Espanyol, el rival me dio un codazo en la cara y me rompió el pómulo. Una semana después jugamos la final de la Copa de Cataluña, un torneo que ahora no sé si todavía existe. A mi edad en ese momento, el premio era muy importante. A Puyol le pasó algo parecido, cuando jugó al fútbol con mascarilla durante un tiempo indeterminado. El equipo también me dio una mascarilla y me dejó jugar con ella.

Intenté usarlo para practicar varias veces y después de solo cinco minutos de partido no podía soportarlo. Era demasiado grande y me arruinó la cara. Decidí tirarlo y seguir pateando. Creo que marqué un doblete y el Barça ganó 3-0. Después de 30 minutos, fui reemplazado. Mi papá le gritó al entrenador que no me dejara jugar sin máscara, así que el entrenador me reemplazó. En ese momento no me di cuenta de lo peligroso que era eso. Pero quiero competir a toda costa. Cuando bajé la cabeza no pude ver la pelota porque estaba en el camino, así que la solté y seguí jugando.

– ¿Haces locuras por el fútbol?

– No recuerdo una historia especial, pero hice todo lo posible para competir. Quiero jugar al fútbol en cualquier momento y en cualquier lugar, en el club, con mis vecinos. Dondequiera que haya un partido de fútbol, ​​quiero participar. En cuanto a locura, no lo sé.

– Cuando tenía la edad que tiene ahora su hijo mayor, le inyectaban la hormona del crecimiento. ¿Le has contado eso a tus hijos?

– Lo hago por muchos motivos, no sólo por el fútbol. Es un método que me ayuda en mi vida diaria, no sólo como jugador. En este asunto soy muy responsable. Cuando tengo que hacer algo y quiero hacer algo, haré todo lo posible para lograr el objetivo. Mi hijo Thiago sabe que recibí este tratamiento. Pero nunca pensé que mis hijos tendrían que hacer lo mismo.

– ¿Alguna vez pensaste que tendrías que someterte a un tratamiento así cuando tenías la edad de Thiago?

– Tener. Ya lo pensé. Como padre, probablemente me resultaría muy difícil que Thiago tuviera que someterse a ese tratamiento. Pero yo solía hacer eso y no sentí ningún problema. Tengo que cuidarme y responsabilizarme de lo que hago.

– Hablando de locuras, cuando llegaste por primera vez a Barcelona, ​​recientemente se compartió ampliamente una foto tuya sentado en una habitación de hotel justo después de llegar al Barça y el Camp Nou al fondo. ¿Has visto esa foto?

– Ya. Ya.

– ¿Qué recuerdos te trae esa foto?

– La verdad es que tomar la decisión de ir al Barça en aquel momento fue complicado. Pero todo pasó muy rápido y no dudé, no tuve que pensar. En ese momento no entendía lo difícil que era dejar mi país, lejos de mis familiares, lejos de mis amigos y construir una vida en otro lugar. Al principio hubo muchos problemas porque cuando llegué no tenía licencia para competir. Justo cuando pude competir me volví a lesionar.

Pasé casi un año sin jugar al fútbol, ​​solo practicando, lo cual fue muy diferente. Después tuve suerte porque todo pasó muy rápido. Avancé muy rápido y pude jugar con los mayores. Siempre que veo que se acerca una oportunidad tengo ganas de quedarme más tiempo aquí y seguir luchando. Tengo mucha suerte porque al principio todo fue muy difícil, pero luego todo salió muy bien.

– Llegué aquí en 2001 y en 2003 entrené con el primer equipo. Tu carrera está realmente en auge, ¿no?

– Eso ayudó mucho en mi decisión de quedarme y superar dificultades anteriores. Pero la decisión en ese momento no fue fácil, porque en ese momento tenía que estar muy lejos de casa, muy lejos. Hoy todavía estoy lejos de casa, pero en realidad más cerca que antes porque la comunicación es mucho más fácil ahora.

– ¿Cómo fueron entonces para usted los viajes desde Rosario a Barcelona?

– Lloro cada vez. Tanto no quiero quedarme como no quiero irme. Quiero volver a Barcelona para continuar lo que quedó inconcluso. Pero es difícil decir adiós a lo que hay en Rosario. Sé que después de sólo seis meses podré regresar a Rosario para compartir mis experiencias. Perdí muchos amigos porque era difícil contactar a todos. Hoy en día, un niño de 13 o 14 años puede pasear con un smartphone en la mano. Pero en mi época no existía tal cosa. Salir de Argentina fue muy difícil. En aquel entonces sólo podía contactar a la gente por correo electrónico o por teléfono. Pero esas cosas van desapareciendo poco a poco. Es muy difícil mantenerse en contacto con la gente. Y tuve que dejar de hablar con mucha gente por la distancia y las dificultades de comunicación.

– Entonces, ¿todavía sigues en contacto con alguno de tus amigos de la infancia?

– Todavía tengo amigos en el barrio, con quienes todavía podemos contactarnos. Todavía podemos hablar regularmente. Y a mis amigos del fútbol, ​​los conozco desde muy pequeño. Con otros, comencé a reconstruir relaciones después de muchos años. Es divertido contactar a viejos amigos después de muchos años separados.

– Tu cara se ilumina mucho más cuando hablas de esto, ¿no? Tu expresión es completamente diferente.

– Bien. Mi infancia en Argentina fue maravillosa. En aquella época también convivíamos de otra manera. Los niños en Argentina entonces vivían de manera muy diferente a como lo hacen ahora. Sinceramente, me gustaba mucho mi antigua vida.

– ¿Qué importancia tiene Lautaro Formica en su presencia en la selección argentina juvenil?

– Conozco a Laucha de Newell’s. Pertenece a la hornada de 1986 y siempre nos vemos. Y siempre hay competencia entre los lotes 86 y 87, para ver cuál es mejor. La camada de Laucha es muy fuerte. También conozco al hermano menor de Laucha, Gato. Conocen a toda mi familia y a mí también. Laucha siempre ha sido convocado a las categorías inferiores de Argentina, del grupo U15. Pasó por todos los niveles juveniles. Cuando jugué en la selección Argentina U20, le preguntaron por mí. Ay no, no, en esa época jugaba en la selección Argentina U17.

– En el Mundial Sub-17 de 2003 en Finlandia, ¿no?

– Bien. Porque en aquel momento acababan de conocer a España, y Cesc Fábregas jugaba con España.

– En ese momento, el técnico español le preguntó al técnico argentino Hugo Tocalli por qué no lo convocaban, ¿no? Tocalli pareció despertarse y empezó a descubrir quién era Lionel Messi.

– Bien. Como Cesc fue convocado para la selección española sub-17, él y yo jugamos juntos en la selección juvenil del Barça. Por eso empezaron a preguntar por qué no me llamaban. Todo empezó a partir de ahí. Conozco a Laucha y él me ayudó a integrarme rápidamente cuando entré a la selección Argentina U20. Porque la selección Argentina U20 de esa época llevaba mucho tiempo jugando junta y yo era como un novato. El apoyo de Laucha fue entonces importante.

– ¿Sigues en contacto con Lautaro?

– Tener. Tener. La selección argentina U20 en ese momento estuvo genial, tanto en el torneo sudamericano de Colombia como en el mundial de Holanda.

Messi con su esposa Antonela y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro.

– ¿Qué es lo más importante para ti de la familia?

– Todo. Todo. Tengo mucha suerte porque puedo pasar mucho tiempo con mi familia. Porque hay familias en las que los padres tienen que trabajar todo el día y no llegan a casa hasta bien entrada la noche. Mis padres solían trabajar muy duro y llegar a casa a las 9 de la noche era muy agotador. No juego mucho con mis padres. Entonces tengo la suerte de pasar tiempo con mis hijos casi todo el día, pudiendo llevarlos al colegio, jugar fútbol u otras actividades. Disfruto pasar tiempo con mi esposa, mis hijos y mis hermanos.

– ¿Qué es lo que más te gusta hacer con tu familia?

– Me gusta despertarme con los niños y luego desayunar con ellos. Aunque hay veces que me enfado a muerte con ellos (risas). Pero me gusta despertarme con los niños, llevarlos a la escuela y luego ponerlos a dormir. Me encanta hacerlo todos los días.

– ¿Qué pasa con tu esposa? ¿Tú y tu marido van juntos al cine?

– La verdad es que rara vez salimos.

– Salir es muy difícil, ¿no? ¿Porque todos saben quién eres?

– No lo son. No lo son. No necesariamente por quién soy sino por los horarios de los niños. Tenemos tres hijos y hemos tenido que aprender a adaptarnos a sus horarios. Después de la escuela, participarán en actividades y mi esposo y yo tendremos que mirar. A veces toda la familia cena a las 8:30 o 9:00 p. m. y luego se va a la cama. Después de cenar, inmediatamente se quedaron dormidos, al igual que mi marido y yo. Los dos estábamos muertos de cansancio (risas).

– Es fácil de entender, porque afuera estás Lionel Messi, una superestrella del fútbol, ​​un personaje famoso. Pero cuando llega a casa, es el padre de Mateo, Ciro y Thiago.

– Por eso te dije que eran tres. Mi horario depende de ellos. Me encanta jugar con mis hijos y verlos participar en actividades por la tarde. Luego toda la familia comió temprano y durmió temprano. Me gusta así y eso es todo lo que suele hacer mi familia. La verdad es que rara vez salimos.

– ¿Es esto un problema?

– Correcto. Bien.

– ¿Alguna vez te has quejado?

– Sí, a veces.

– Todos nos quejamos alguna vez, ¿no?

– Sí, pero es comprensible. Tener tres hijos a veces resulta muy complicado.

– ¿Tus hijos entienden lo famoso que es su padre?

– Tanto Thiago como Mateo entienden. Pero lo reciben de diferentes maneras. A Thiago, por ejemplo, no le gusta ser el centro de atención. Su personalidad es muy tímida y no soporta la atención. A Mateo, por el contrario, le da igual que la gente lo reconozca. Lo que digan los demás al respecto, no le importa. Thiago es más tímido por lo que se sentirá más incómodo. Pero todos entendieron el problema.

– ¿Cuál es la relación entre usted y los padres de sus hijos?

– Tenemos suerte porque estamos en un grupo con padres estupendos. Empezando por Thiago, él va primero a la escuela y se hace amigo de los otros niños que son muy amables, y sus padres también son muy amables. Cada vez que nuestros padres se encuentran, nos comunicamos normalmente. Ahora tengo otro hijo que va a la escuela.

– Siendo tan famoso, ¿te sientes incómodo?

– Tener. Sé que la gente siempre me está mirando. Muchas veces me encontré con problemas locos. Este es también el problema del que acabamos de hablar, que rara vez salimos. A veces no quiero ser el centro de atención, sólo quiero andar por ahí y hacer cosas normales como todos los demás. Por ejemplo, toda mi familia quiere ir de compras al centro comercial, sin que nos descubran y sin que nos obliguen a hacerse fotos con nosotros. Hay momentos en los que no quiero eso. Mi familia está bajo presión cuando todos miran. Hay días malos en los que me vuelvo loca y no quiero encontrarme con nadie afuera. La mayoría de la gente quería pedirme autógrafos o fotos, pero yo no estaba de humor para hacerlo. Eso me pasó muchas veces. A veces reacciono de mala manera. Bueno, no es necesariamente malo. Pero luego la gente esperaba que sonriera más y me dijeron que sonriera más. Pero hay ocasiones en las que no quiero hacer eso. Pero tengo que aceptar ese inconveniente, sin quejarme en absoluto.

– ¿A ti también te gusta recibir amor de los fans?

– Correcto. Por supuesto. A veces quiero pasar desapercibida, pero cuando la gente me ve y me dice palabras bonitas, también me siento muy feliz. Tengo suerte porque allá donde voy la gente me reconoce, me presta atención y me dice cosas bonitas. También es genial para ellos tomarse fotografías juntos.

Volviendo al tema de los grupos de padres, acabo de unirme a otro grupo. Me gusta mucho hablar con gente a la que no le importa el fútbol y simplemente hablamos de otras cosas.

– ¿De qué hablas a menudo con tus amigos?

– Hablamos de todo, como siempre. Hablamos de fútbol, ​​de la vida y de cuestiones pandémicas que afectan a todos los aspectos de la vida y a todas las partes del mundo.

– ¿Cómo te sientes cuando tus amigos “normales” tienen problemas con el Covid-19 en España o Argentina?

– Claro que me siento triste, más aún cuando amigos o familiares caen en esa situación. No me gusta la situación actual, no sólo con mis amigos, sino con el mundo entero. La pobreza sigue siendo rampante en todo el mundo, especialmente entre quienes sufren epidemias. Vi esas dificultades de primera mano. Entiendo su sufrimiento, porque antes no era tan bueno como lo soy ahora. Pero opinar sobre este aspecto no es sencillo, porque la gente dirá: “Dices eso pero no nos entiendes”. No es fácil. Pero entiendo la situación que ocurre en Argentina y España, donde vivo y la veo con mis propios ojos. A mí también me afecta la epidemia, como a todo el mundo. Pero tengo que hablar desde una perspectiva diferente, es difícil expresar mi punto de vista.

– Cuando era joven, su familia no era pobre, sino que pertenecía a la clase media baja, ¿entonces comprendía tales dificultades?

– No me falta nada, porque mi padre tiene que trabajar todo el día. Mi padre rara vez está en casa para asegurarse de que no falte nada. Papá tiene que trabajar horas extras y trabajo extra. Pero hay amigos míos que tienen que vivir en la pobreza, sin nada que comer, sin electricidad, sin agua. Pude ver esa situación desde muy joven.

– ¿Por qué sigues manteniendo tu fuerte personalidad argentina a pesar de haber estado lejos de este país desde joven?

– No lo sé, tal vez por la razón que acabo de decir antes. Me fui cuando era joven, pero una parte de mí nunca se fue. Todo lo que me pasó estuvo relacionado con Argentina. Mi familia, parientes y amigos siguen ahí.

– ¿Pero qué te motiva a regresar con frecuencia a la Argentina?

– No sé cómo explicarlo. Me encanta volver a Rosario y ver a familiares. Quiero ir allí, hacer una barbacoa y comer con mi familia y amigos. Tal vez sea porque me fui cuando era demasiado joven y no tuve la oportunidad de disfrutar de todas las cosas interesantes de mi país, mi familia y mis amigos. Eso me inspiró a volver. En parte porque mis viajes a Argentina fueron todos muy cortos.

– ¿Tu casa en Arroyo Seco te inspira a regresar dos o tres veces al año?

– Mi familia y mis amigos están todos allí. También hubo momentos en que mi familia extendida viajó junta por toda Argentina. La familia de mi esposa también vive en toda Argentina. Tengo tantos recuerdos con Rosario y Arroyo Seco. El simple hecho de regresar allí me trae recuerdos.

– Cuando eras estudiante, ¿cómo fueron tus logros?

– La verdad es que no me gusta estudiar, y tengo problemas para estudiar, pero siempre me comporto educadamente.

– Terminaste séptimo grado en Rosario, ¿no?

– Bien

– ¿Y en el bachillerato estudiaste en España?

– Me gradué de la escuela secundaria en España. Estudiar era difícil y no tenía ningún interés. Pero aún así lo superé.

– Hablamos de la fiesta de barbacoa, entonces, ¿eres bueno cocinando?

– En realidad, no muy bien. Puedo ayudar en la cocina, pero en realidad no soy un chef de barbacoa. Prefiero el trabajo de apoyo.

– ¿La gente te llama Leo o Lio?

– Se suponía que era Lio, pero luego la gente lo llamó Leo. Mi madre me mataría, pero ahora todos me llaman Leo.

– ¿Cómo se deja crecer una barba así?

– En ese momento tenía contrato con Gillette y querían que me afeitara lo más posible. Entonces me afeité mucho, pero cuando terminó mi contrato, dejé de afeitarme. Luego me dejé crecer la barba así. Y creo que en la Copa América 2016 en Estados Unidos, muchos de mis amigos jugadores tenían barbas así. Así que lo mantuve igual. Quizás en algún momento me canse y me lo vuelva a afeitar. Al igual que mi cabello, solía tenerlo largo. Pero cuando me molesta, lo corto.

– ¿Cómo eliges la ropa?

– Mi ropa la elige mi esposa Antonela. No le presto mucha atención a la ropa, no tengo ningún hobby especial. Realmente no me importa, sólo sé normal.

– ¿Por qué todos dicen que les gusta el bistec que más hace tu madre?

– No lo sé, tal vez porque mi madre le echó salsa. He comido muchos filetes excelentes, pero los mejores siguen siendo las primeras comidas que comí en casa. Tal vez porque siempre digo que el bistec de mi madre es el mejor, entonces todos los que lo comen piensan lo mismo. Quizás esa sea la razón. Porque yo como la mayoría de los filetes que hace mi madre y las salsas de otros lugares no son así.

Messi ayuda a preparar una barbacoa con su familia.

– ¿Quién es el chef principal de la barbacoa de tu familia?

– Generalmente mi padre. Cuando toda la familia se reúna, mi padre será el responsable de este plato. Y yo solo coqueteo.

– ¿Usas mucho tu celular? ¿Y estás familiarizado con la tecnología?

– Como todo el mundo, uso mucho mi teléfono, todo el tiempo. A veces uso demasiado y quito tiempo para otras cosas. A veces paso demasiado tiempo revisando mi teléfono y eso en realidad no significa nada. Luego llegué tarde a otras cosas. Pero todo esto nos sucede hoy.

– ¿Ves mucho fútbol?

– Miro mucho y también veo otros torneos. Quiero saber los últimos resultados de los equipos.

– ¿Aprendes sobre tácticas?

– Veo el fútbol como espectador en lugar de aprender tácticas.

– ¿Incluso con la Liga de Campeones?

– Así es. Antes de cada partido, aprenderé sobre el estilo de juego de mi oponente. Pero cuando veo fútbol no analizo la táctica, simplemente lo disfruto.

– ¿Estás obsesionado con la táctica?

– Me gusta estudiar a mis oponentes, aprender a presionarlos y aprovechar sus debilidades. Aunque tenemos clubes y expertos, todavía quiero observar y contemplar por mí mismo.

– ¿Tienes ganas de competir en la Copa América?

– Sí. Todo nuestro equipo está deseando participar en este torneo. La última vez el torneo no se celebró debido al Covid-19, así que estábamos aún más emocionados. Esta Copa América es muy especial porque no habrá espectadores. Pero todavía quiero volver a participar en el torneo.

– La Copa del Rey 2021 es su título número 35 con el Barça, ¿por qué sigue deseando tanto el título?

– Cada vez que compito, mi objetivo es la victoria e intento ganar todos los títulos posibles. La reciente Copa del Rey fue especial porque el Barça estuvo casi dos años sin ningún título. El vestuario también tiene muchos jugadores jóvenes y esta Copa del Rey es como un punto de inflexión para ellos, muy importante. Por encima de todo, también quiero ganar y conseguir títulos, tantos como sea posible.

– En la celebración de la Copa del Rey, ¿cómo te sentiste cuando tus compañeros se turnaron para pedirte hacerse fotos contigo?

– Esa experiencia fue muy hermosa. Muchos jugadores que surgieron de cero sentirán lo mismo. Lo entiendo porque yo tampoco tenía nada en mis manos. En aquel momento también quería hacerme fotos con los mayores del equipo, porque habíamos ganado otro título. Ese recuerdo es muy hermoso.

– ¿Tienes alguna pasión que aún no hayas revelado?

– No, no, nada especial. Me gusta jugar al pádel.

– ¿Cuál es tu estilo de juego?

– Simplemente pasando el balón. Juego principalmente con Pepe Costa (el mentor de Messi). Jugó muy bien. Corrí mucho y él terminó. No jugamos mucho, unos tres días por partido.

– ¿Te gusta jugar al fútbol con perros?

– Me gustan los perros y crío uno llamado Hulk. Mi padre y yo a menudo le dejábamos jugar con la pelota. A Ciro le gusta mucho Hulk. Lo primero que hace el niño al despertar, o antes de irse a dormir, es saludar a Hulk y jugar con él. Antonela y Ciro son los más locos por los perros, pero a mí también me gustan los perros.

– ¿Crías perros en Rosario?

– Dondequiera que voy, crío perros. Mi marido y yo estamos de acuerdo en eso, porque ambos los criamos nosotros mismos. No hay ningún problema.

– En mi casa hay una habitación llena de camisetas de jugadores famosos con los que solía intercambiar camisetas. ¿De quién es la camiseta que te arrepientes de no tener?

– Sólo comencé a intercambiar camisetas con mis oponentes cuando crecí un poco más, pero antes no prestaba atención a esto. Mi hermano Matías en Argentina coleccionaba cosas cuando comencé a competir. Lamento no haber pedido intercambiar camisetas con los jugadores con los que jugué cuando era joven, al comienzo de mi carrera. Como los brasileños Ronaldo y Roberto Carlos, jugadores contra los que he jugado pero que aún no tienen la camiseta. Ahora realmente quiero su camisa. Tal vez extrañé a alguien más, pero de todos modos tengo las camisetas de la mayoría de los jugadores famosos.

– ¿Y debe ser muy incómodo para usted tener que rechazar a un jugador que le pide su camiseta, porque ya le prometió dársela a otro jugador?

– Eso pasa mucho. Siempre cambio la camiseta con mi oponente, a menos que me enoje demasiado y abandone el campo inmediatamente. Pero a menudo me cambio de camisa.

– ¿Estás orgulloso cuando tu oponente te pide que te cambies de camiseta?

– Sí, claro. Esta también es una forma de hablar entre nosotros más fácilmente. Esa acción es muy buena.

– ¿Cómo te sientes cuando la gente menciona a Argentina, inmediatamente piensan en ti?

– Eso es una locura, pero también me conmueve mucho porque donde quiera que voy todos me conocen y me tratan bien, como dije. Me siento feliz cuando la gente me conoce a través de los partidos de fútbol o de la televisión.

– ¿Qué es lo más loco que te ha hecho un fan?

– Sabes, mi memoria no es muy buena. Si me recuerdas algunos recuerdos, los recordaré.

– Había una chica que una vez saltó de la grada al campo, ¿te acuerdas?

– Ah, sí, 2007.

– Hubo una vez que fuiste a Arabia Saudita, y alguien casi te apunta con un arma en el aeropuerto, ¿te acuerdas?

– Ese tipo está realmente loco, tengo mucho miedo. Pero ese tipo no lo decía en serio y no se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

– Finalmente, ¿quieres darle algún mensaje al pueblo argentino?

– Siempre quiero decirles esto a todos, que estoy muy agradecido por la forma en que la gente me trata. Sé que los argentinos me quieren mucho, a pesar de que estamos pasando por años difíciles, además del problema de la epidemia. Esto también tiene un gran impacto en el mundo y también en nosotros. Ojalá podamos salir adelante y juntos construir el país, además de llevarle éxitos a la selección argentina.

– Queremos regalarte este balón de cuero para celebrar el 25 aniversario del periódico Olé. El balón es tuyo y de tus hijos también.

– Los niños me vuelven loca porque simplemente les gusta jugar adentro todo el día. Tienen su propio campo de fútbol pero sólo les gusta jugar bajo techo. Después de la familia, por supuesto, el fútbol es mi mayor pasión.