La FBI investiga a altos directivos de la Fórmula 1, incluyendo a Toto Wolff, Christian Horner y Lawrence Stroll, por posibles violaciones de la ley antimonopolio en Estados Unidos. Se alega que estos directivos impidieron la entrada del equipo estadounidense Andretti a la Fórmula 1, a pesar de que la FIA había dado luz verde al proyecto. La investigación se originó tras denuncias sobre colusión y distorsión de la competencia en el ámbito de la Fórmula 1.
Greg Maffei, CEO de Liberty Media, y Stefano Domenicali, jefe de la Fórmula 1, están bajo la lupa por su posible implicación en estas irregularidades. La indagación de la FBI se intensificó durante el Gran Premio de Austin y se espera que continúe en Las Vegas. Se menciona que la investigación está relacionada con un empleado de alto nivel técnico que se unió a un equipo de Fórmula 1 desde Andretti Global, llevando consigo secretos de la empresa. Max Verstappen expresó su descontento con el formato del evento en Las Vegas, indicando que espera estar “enfermo” durante la presentación, lo que refleja su falta de interés en el espectáculo.