El Campeonato de Destructores de la temporada 2024 ha dejado cifras sorprendentes y un claro ganador en el volante. Sergio Pérez, piloto de Red Bull, se coronó campeón tras acumular 4.8 millones de dólares en daños a su monoplaza, superando a Logan Sargeant, quien había sido el último campeón. Este año, Pérez enfrentó una serie de accidentes significativos, siendo el más costoso el que ocurrió en el Gran Premio de Mónaco, donde un choque con Kevin Magnussen le costó 2.1 millones de dólares.
El análisis de la temporada muestra que, además de Pérez, otros pilotos también tuvieron gastos elevados. Alexander Albon, quien terminó en segundo lugar en el campeonato de destrucción, sufrió daños considerables en Australia y acumuló gastos superiores a los 3 millones de dólares. Franco Colapinto, aunque tuvo un comienzo prometedor, terminó con 3.4 millones en reparaciones, lo que generó dudas sobre su futuro en la Fórmula 1.
En términos de equipos, Williams se destacó de manera negativa, liderando el ranking de gastos con un total de 11.1 millones de dólares en reparaciones, casi el doble de lo que gastó Red Bull, que ocupó el segundo lugar con 5.7 millones. Ferrari y Mercedes completaron el podio de gastos, mientras que el equipo McLaren fue el más eficiente, con menos de un millón de dólares en reparaciones.
Este análisis no solo refleja las dificultades individuales de los pilotos, sino también el impacto financiero en los equipos, especialmente en un contexto donde hay límites de costos establecidos. Las cifras del Campeonato de Destructores subrayan la importancia de la gestión de daños y su efecto en el desarrollo del monoplaza a lo largo de la temporada. La lucha por el título no solo se define en la pista, sino también en la capacidad de los equipos para minimizar sus gastos y maximizar su rendimiento.