El caso ha tomado un giro inesperado tras la aparición de un audio en el que un ingeniero advierte al dueño de la discoteca, Roberto Espayá, sobre problemas estructurales en el local. Según la hija de Rubby, este aviso fue ignorado, lo que llevó a la tragedia. “El ingeniero dijo que había que reforzar la obra, y él no quiso”, comentó, añadiendo que esto pone de manifiesto la irresponsabilidad de los encargados de la seguridad del lugar.