Natacha Jaitt, modelo y actriz argentina, ha sacudido el mundo del espectáculo al denunciar una oscura red de pedofilia que involucra a figuras públicas prominentes, incluyendo al conductor Juan Fantino y al cantante Luciano Pereyra. En un video reciente, Jaitt afirma tener pruebas contundentes que respaldan sus acusaciones, revelando que muchos de estos personajes gozan de una reputación intachable en la esfera pública mientras ocultan conductas aberrantes en la intimidad.
“Hay mucha gente de prestigio intachable para afuera, pero adentro de los trapitos sabemos muy bien”, declaró Jaitt, quien ha estado advirtiendo sobre estas prácticas desde hace años. Su valentía para abordar estos temas tan delicados ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores, que la han tildado de “loca”, pero ella sostiene que su lucha es por los derechos de los más vulnerables.
Entre sus declaraciones, Jaitt menciona la existencia de pruebas que incluyen correos electrónicos y mensajes en redes sociales que evidencian negociaciones en torno a abusos a cambio de oportunidades en programas de televisión. La situación se vuelve aún más alarmante al mencionar que algunos de los implicados han sido acusados de haber contagiado enfermedades a menores, lo que intensifica la gravedad de las acusaciones.
Jaitt, quien se ha enfrentado a poderosos intereses en la industria del entretenimiento, ha manifestado su preocupación por la falta de protección y garantías tras sus denuncias. “Este país no da para más; hay mucha corrupción”, afirmó, haciendo un llamado urgente a la sociedad para que tome conciencia sobre la gravedad de estos delitos.
La muerte de Jaitt, ocurrida bajo circunstancias controvertidas, ha encendido aún más el debate sobre la seguridad de quienes se atreven a desafiar a la élite y ha dejado un legado de alerta sobre los peligros que acechan a los menores en el país. Su lucha y sus advertencias continúan resonando, exigiendo una respuesta tanto del público como de las autoridades.