Un micrófono abierto desató un escándalo en el mundo de la televisión argentina. Durante un corte del programa de Flor de la Ve, la conductora lanzó un insulto despectivo hacia Mariana Brey, describiéndola como “tilinga”, un término que ha resonado con fuerza en las redes sociales. La frase, captada por un micrófono que quedó encendido, ha generado un torbellino mediático, convirtiéndose rápidamente en uno de los temas más comentados del país.
La situación se desarrolló en Canal 9, donde Brey, invitada al programa, permanecía conectada mientras el equipo creía que la transmisión estaba en pausa. El comentario de Flor de la Ve, cargado de burla y desprecio, fue escuchado por Brey, quien, lejos de confrontar, optó por sonreír y retirarse con calma. Esta reacción ha sido interpretada por muchos como una respuesta calculada, revelando la tensión latente en el ambiente mediático argentino.
El escándalo no solo pone de manifiesto la rivalidad entre las dos figuras, sino que también expone las profundas divisiones ideológicas en la televisión. Brey, asociada con un enfoque más liberal, ha sido blanco de ataques por parte de sus colegas, quienes la consideran una amenaza para el progresismo. La amistad de Flor de la Ve con Nancy Pasos, una figura opuesta a Brey, añade una capa adicional de complejidad a esta disputa.
Las redes sociales han estallado con el hashtag #TilingaConDignidad, apoyando la postura de Brey frente a la hostilidad. Este incidente plantea preguntas inquietantes sobre la autenticidad en los medios y la cordialidad que se exhibe en pantalla, contrastando con las tensiones que se cuecen tras bambalinas. Mientras el escándalo continúa desarrollándose, el público se pregunta: ¿es este un simple error técnico o una estrategia deliberada para desestabilizar a una rival? La respuesta, por ahora, permanece en el aire.