¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! El presidente Gustavo Petro ha desafiado abiertamente a la fiscalía liderada por Luz Adriana Camargo en un giro inesperado que podría cambiar el rumbo de las investigaciones sobre el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. En una declaración explosiva, Petro calificó las afirmaciones de la fiscalía sobre un posible crimen político como “prematuras” y “sin fundamentos concluyentes”.
La tensión se desató luego del ataque ocurrido el 7 de junio durante un acto de campaña de Uribe Turbay en Fontibón, Bogotá. La fiscalía sostiene que el atentado está relacionado con la condición de Uribe como senador y su rol como precandidato presidencial, mientras el gobierno insiste en que hay vínculos con el microtráfico. Sin embargo, Petro ha cuestionado esta narrativa, afirmando que no hay evidencia clara que respalde la teoría de un móvil político.
El escándalo se intensifica al revelarse que la Unidad Nacional de Protección (UNP) ignoró 23 solicitudes de Uribe para reforzar su seguridad, lo que ha desatado críticas sobre la falta de protección a figuras públicas en un contexto electoral marcado por la polarización. En medio de este caos, el Centro Democrático ha denunciado el ataque como un asalto directo a la democracia, advirtiendo que negar su naturaleza política solo alimenta la desinformación.
Expertos en seguridad advierten que la situación podría escalar si no se toman medidas concretas para garantizar la protección de los candidatos. La falta de recursos y la burocracia en la UNP han sido señaladas como factores que incrementan los riesgos para los líderes políticos. A medida que las investigaciones continúan, el país está en vilo, esperando respuestas que podrían redefinir el clima político en los meses previos a las elecciones de 2026. ¡La tensión está en el aire y el futuro de la democracia colombiana pende de un hilo!